VIOLENCIA OBSTÉTRICA: CONSENTIMIENTO INFORMADO Y PRÁCTICAS MÉDICAS INVASIVAS EN EL PERÚ

*Por: Alison Macedo Muñoz.

La violencia obstétrica es una forma de violencia de género que se ejerce en el contexto de la atención al parto, afectando principalmente a las mujeres. En el Perú, esta problemática ha ganado visibilidad debido a los múltiples testimonios de mujeres que han sufrido maltratos, procedimientos invasivos innecesarios y falta de respeto durante el parto. La falta de consentimiento informado y el uso de prácticas médicas que vulneran la dignidad de las pacientes, como la episiotomía no consentida o el «punto del marido», son algunas de las formas más recurrentes de violencia obstétrica.

En el Perú, la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) de 2019 reveló que el 30% de las mujeres reportó haber sido sometida a prácticas obstétricas invasivas sin haber recibido una explicación adecuada ni haber dado su consentimiento1. Además, un estudio del Ministerio de Salud (MINSA) de 2021 encontró que el 42% de las mujeres que dieron a luz en establecimientos de salud públicos mencionaron haber sufrido maltrato verbal o físico durante el proceso de parto2.

El consentimiento informado es un derecho fundamental que permite a las mujeres tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y su salud. En el contexto obstétrico, implica que las mujeres sean debidamente informadas sobre los procedimientos médicos que se les realizan durante el parto, incluidas las posibles alternativas y riesgos. Sin embargo, en Perú, muchas veces este derecho es ignorado. Según el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), las mujeres, especialmente en áreas rurales y de comunidades indígenas, son frecuentemente sometidas a procedimientos sin haber recibido una explicación adecuada ni haber dado su consentimiento3.

Entre las prácticas más comunes y denunciadas en el Perú destacan:

  1. La episiotomía no consentida: La episiotomía es un corte quirúrgico que se realiza en el perineo de la mujer para facilitar la salida del bebé. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la episiotomía no debe ser rutinaria, sino solo cuando sea estrictamente necesario, su uso sigue siendo elevado en muchos hospitales peruanos4. Según datos del MINSA, el 60% de los partos vaginales en hospitales públicos incluyeron una episiotomía, muchas veces sin que las pacientes fueran informadas previamente o tuvieran la oportunidad de rechazar el procedimiento .
  2. El «punto del marido»: Esta práctica se refiere a la sutura excesiva del perineo después de una episiotomía o desgarro natural, con el supuesto fin de “mejorar” la experiencia sexual del esposo. Esta intervención no solo es innecesaria y dolorosa, sino que también es una clara violación del consentimiento y del bienestar de la mujer. A pesar de su carácter abusivo, continúa siendo reportada en algunos establecimientos de salud del país, particularmente en zonas rurales donde la supervisión de prácticas médicas es más limitada .
  3. Uso de oxitocina de manera rutinaria: La oxitocina sintética es una hormona utilizada para inducir o acelerar el trabajo de parto. Si bien puede ser beneficiosa en ciertos casos, su uso rutinario sin el consentimiento de la mujer puede causar contracciones dolorosas y estrés fetal. Un estudio de 2020 de la Universidad Peruana Cayetano Heredia reveló que en un 35% de los casos, la oxitocina fue
    1. administrada sin explicar los riesgos a la madre, causando complicaciones como sufrimiento fetal .

    La lucha contra la violencia obstétrica en el Perú exige cambios estructurales en el sistema de salud, así como en la formación de los profesionales médicos. Algunas recomendaciones incluyen:

    1. Implementar políticas públicas que prioricen el respeto a los derechos de las mujeres durante el parto.
    2. Capacitar a los profesionales de la salud en la importancia del consentimiento informado y la atención humanizada.
    3. Fortalecer la supervisión en los establecimientos de salud para garantizar el cumplimiento de normas internacionales de atención al parto.

    Además, es necesario visibilizar los testimonios de las mujeres que han sufrido violencia obstétrica y fortalecer los mecanismos de denuncia. La Defensoría del Pueblo y organizaciones feministas han desempeñado un papel crucial en llevar esta problemática a la agenda pública, pero aún queda mucho por hacer para asegurar una atención respetuosa y libre de violencia5.

    La violencia obstétrica en el Perú es una realidad que afecta gravemente a miles de mujeres cada año. A través de la exigencia del consentimiento informado y la eliminación de prácticas invasivas no justificadas, es posible avanzar hacia un modelo de atención que respete los derechos y la dignidad de las mujeres en uno de los momentos más importantes de sus vidas: el nacimiento de sus hijos.

Pie de página

  1. Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (2019). Violencia obstétrica. Lima: Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
  2. MINSA (2021). Estudio sobre violencia obstétrica en Perú. Lima: MINSA.
  3.  Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW). (2020). Informe sobre la salud reproductiva y violencia obstétrica en América Latina. Nueva York: Naciones Unidas.
  4. OMS (2018). Recomendaciones sobre la episiotomía: Revisión de la evidencia (2da ed.). Ginebra: OMS.
  5. Defensoría del Pueblo (2022). Informe sobre derechos de las mujeres.Lima: Defensoría del Pueblo.

 

* Asesora legal del proyecto acción verde de la organización Acción por Igualdad. Abogada feminista, especialista en derecho penal, familia y civil, egresada de maestría de Derecho Procesal Penal, con experiencia en asesoría legal, servicios de sensibilización en cuanto a género, igualdad de género y diversidades. Con experiencia en temas de familia, niñez y adolescencia; así como en procesos de violencia familiar.

** Foto de bbmundo.com

Extraido de: hhttps://www.infobae.com/mexico/2024/04/10/esta-es-la-reforma-que-permitira-a-las-mujeres-crear-apego-inmediato-con-su-recien-nacido/